Jornada de Innovación Educativa y Buenas Prácticas.



El pasado jueves 15 de marzo fue un día especial. Casi 400 docentes nos juntamos para poder comprobar que la innovación es posible y con resultados.


Aparte de diferentes itinerarios para conocer interesantes experiencias, también fue la entrega de los premios Joaquín Sama y Tomás García Verdejo.




Tuve el gran privilegio de recoger el primer premio a la innovación educativa Joaquín Sama. Un auténtico honor.

















Este es el discurso íntegro:

"Señora consejera, señor secretario, demás autoridades, compañeras y compañeros.

La educación. Tan sencilla y complicada a la vez. Sencilla porque desde pequeños recibimos una de forma automática. Complicada porque no entiende de mecanismos firmes ni rígidos.
Veréis. Ahora mismo ya no somos esos niños. Nos hemos convertido en docentes. Pero para ser grandes docentes no debemos de olvidar a ese niño o niña que fuimos.
Uno de los principios que defendió apasionadamente Joaquín Sama fue precisamente el respeto a la espontaneidad del niño. Y esto, en su época más que una innovación era una locura.
Y es que la innovación tiene su toque de locura. Locura por romper con lo tradicional, lo fácil y lo cómodo. Locura por adentrarte en un mundo desconocido que puede provocar más de un dolor de cabeza. Locura por defender que lo más importante, es eso.
El respeto a la espontaneidad y a la alegría de nuestros alumnos.
Otro de los principios de Joaquín Sama fue atender a las clases y sectores más desfavorecidos de la sociedad. Noble propósito que da forma y sentido al objetivo primordial de la educación. Nunca podemos olvidar el valor tan poderoso que tiene la educación para favorecer la igualdad y el respeto.
Pero claro, tenemos que intentar abrazar los brazos de la locura. Ser un poco como Joaquín Sama.
Y si os digo que todos vosotros sois un poco como él. Joaquín Sama fue una persona de lo más polifacética. Como vosotros.
Además de ser un gran pedagogo fue un excelente abogado. Vosotros habéis defendido casos tan duros como "el caso del sacapuntas desaparecido" o habéis dado respuestas salomónicas en el recreo. "Haced las paces, daros un abrazo" o "échate un poquito de agua".

Claro. Claro como el agua siendo alcalde creó la caja de Socorros mútuo para hacer frente a los más humildes de la localidad.
¿Cuántas veces hemos intentado dar respuesta a las necesidades que nos encontramos día a día y socorrer los problemas?
¿Cuántas veces hemos escuchado la capacidad que tiene nuestra profesión para dar tantas soluciones? Muchas veces.

Mis compañeros y yo queremos agradecer el reconocimiento de estos premios, felicitamos y animamos a la Consejería para que siga potenciando y apostando la innovación en nuestra comunidad.
Pero, no puedo olvidar que el mayor premio es y seguirá siendo el cariño y el respeto del alumnado y sus familias.
Esos premios van directos al alma y te hacen sentir que esta profesión merece la pena porque tenemos una de las labores más importantes y más humanas de la sociedad.
Luchemos entre todos para dignificar nuestra labor y que un cambio en la educación es posible.
Pero solo se conseguirá si lo hacemos entre todos olvidando nuestros ombligos y recordando lo más importante, nuestros alumnos y alumnas.
Por ello, os animo a abandonar lo tradicional y buscar otras formas de sentir la educación.

Podéis dar un cambio, una vuelta o invertir los papeles de vuestra clase. Pero que sean ellos los que provoquen ese cambio.
Podéis emplear la mecánica de un juego, con niveles y recompensas, pero guardando siempre una vida extra.
Podéis crear canales de Youtube pero, grabar los buenos momentos en sus retinas.
Podéis establecer un Aprendizaje Basado en Proyectos pero, que sean ellos los que guíen los proyectos de sus vidas.
Podéis evaluar con tarjetas, códigos o aplicaciones motivadoras pero ellos, no son solo un número.
Podéis usar palillos y tapones para calcular pero que ellos siempre sumen y nunca resten.
Podéis enseñar contenidos en una lengua extranjera pero para que se expresen en libertad y sin fronteras. 
Podéis escapar de una habitación, pero que escapen del aburrimiento y la apatía.
Podéis aumentar la realidad o hacerla virtual, pero teniendo en cuenta su propia realidad, entorno e intereses.

Podéis usar todas las TICs, neuroherramientas y recursos que queráis pero lo que jamás podemos olvidar es que la INNOVACIÓN se despierta con EMOCIÓN y no tiene sentido si no sale del CORAZÓN."

Muchas gracias.





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